martes, 6 de enero de 2015

Condición del extranjero en América, de Domingo Faustino Sarmiento



«¿No basta que los italianos europeos hablen entre sí su lengua, sino que sus hijos que van a ser nuestros conciudadanos futuros sean también iniciados en una jeringonza que se reduce a acabar en i las palabras que acaban en o? Decía un Rovere que el objeto era que los hijos diesen a sus viejos padres después de salir de la escuela el gusto de oír la lengua de Dante, y creemos que ésta es la mejor razón.  Los italianos que vienen en general no hablan italiano sino el dialecto genovés,  el veneciano, el napolitano, y es bueno que sus hijos les enseñen italiano.»
Sarmiento, Domingo Faustino. El Diario, 1 de mayo de 1888.


«Nuestros padres, sin distinción de origen,  preguntaron al general Paz: -¿Puede defenderse la plaza? Y el general contestó: -Si me ayudan, la cosa es hecha. -Pues defenderemos nuestros hogares, contestaron a una ingleses, franceses, italianos, etc. Todavía no había aparecido el tipo bachicha para preguntar ¿a cómo se paga la sangre?
[...]
Pues eso es del bachicha en América.  Adviértase que el Paddy es ciudadano americano, y la Irlanda no es nación.  El otro día llamábamos bárbaro a un diarista y gustónos la reminiscencia clásica de Gioberti que se empeñó para moverse a ser nación a los diversos reinos de Italia, en hacerles adoptar la división grecorromana del mundo en griegos y bárbaros.  Después que alemanes, franceses y españoles eran bárbaros,  hemos visto por las contestaciones que bárbaro aplicado a nosotros, era simple inspirador de bachicha, pues toma el epíteto con tierra y todo, y lo trae a América Il primato italiano de Gioberti.»


Sarmiento, Domingo Faustino.  Condición del extranjero en América.  
Obras Completas, XXI.  Buenos Aires: Editorial Luz  del Día, 1953.


Ignacio Baz, Retrato de Sarmiento durante su exilio en Chile (1850 aprox.).
Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires).

"Sobre la influencia italiana en nuestra cultura", Nosotros (1928)



«El hijo del italiano nacido en la Argentina es argentino. No me refiero aquí a un accidente legal sino a un hecho moral indiscutible. Desde que el hijo de italianos nace, pertenece a esta tierra que lo moldea. Es un ser libre en un medio libre, del que es parte integrante, a cuya formación moral contribuye y del que es dueño por lo tanto en la medida de su pujanza. La influencia paterna no puede nada contra este rebelde por derecho natural. Cuando este hijo de italianos tiene conciencia de sí mismo, no sólo está dominado por el medio sino que a su vez siente deseo de dominarlo, vale decir de sobrejuzgar las dificultades que le impiden ser un argentino perfecto. Es común que quiera llevar su criollismo hasta la exageración del prototipo. Como ejemplo citaré al “compadrito”, tipo genuino del medio popular porteño que, en la generalidad, es hijo de italianos. Por ello también es común que el hijo de italianos trata de argentinizar a sus padres, que se presta con frecuencia a este juego, ya sea porque emigrantes incultos al llegar ahora a señores quieren ponerse a tono con la sociedad en que viven; ya sea por simpatía espontánea, porque aquí hicieron  fortuna, porque aquí nacieron sus hijos…»


Opinión de Julio Rinaldini en “Sobre la influencia italiana en nuestra cultura”, encuesta realizada por Roberto Giusti, Nosotros (1928), XXII, febrero-marzo, n° 226; abril, n° 227.

lunes, 5 de enero de 2015

La Argentina que yo he visto, de Manuel Gil de Oto (1915)



                      El idioma

Con empeño necio y vano
y una ignorancia supina,
dice el español, ufano,
que conserva la Argentina
el idioma castellano.
Yo digo que para hacer
tan errónea afirmación,
cuyo valor se va a ver,
precisa no conocer
la lengua de esta nación.
Es la argentina una extraña
lengua, que toma y amaña
de cien idiomas: yo opino
que tiene tanto de España,
como del ruso y del chino.
Como con afirmaciones
rotundas no se demuestra
nada, apoyo mis razones
dando al punto una muestra
un centenar de botones.
[…]

Del italiano no hablemos,
pues no hay dialecto italiano
que en la Argentina ignoremos;
se barre en napolitano
y en siciliano bebemos.
Va la lengua castellana
tan mezclada a la italiana,
que grandes y chiquitines
parecemos Cherubines,
de El dúo de La Africana,
pues decimos ma, por pero,
farabuti (hombre grosero),
y en las fondas y figones
reemplazan los macarrones,
al archiespañol puchero.

Gil de Oto, Manuel, La Argentina que yo he visto. Estudio preliminar de Guillermo Korn. Buenos Aires: Biblioteca Nacional, 2010.


Gil de Oto, Manuel, La Argentina que yo he visto. Barcelona, 1915.

sábado, 3 de enero de 2015

"Edmundo De Amicis en Argentina"*



Edmundo De Amicis (1846-1908), autor de la novela Corazón, fue, además de un escritor popular preocupado por la educación y la formación del ciudadano italiano, un incansable cronista de viajes y el testigo lúcido de los procesos migratorios que desde su país se dirigían a Brasil, Uruguay y, más específicamente, a Argentina. En 1884 un viaje a la Argentina signó su producción y la representación de la emigración transatlántica que se impuso como modelo en la literatura italiana y en el imaginario colectivo de este país. Sus libros Sull'oceano e In America recogen sus experiencias y observaciones de la emigración italiana en América del Sud y de los colones inmigrantes en la “pampa gringa”.


Antes de la pampa argentina.
Edmundo De Amicis, además de ser el autor de Cuore. Libro per ragazzi, fue un intelectual de referencia en la cultura italiana por varias décadas, que adhirió al Socialismo, muchas veces incomprendido por la crítica literaria. No se destacó solamente en la literatura de corte pedagógico que contribuyó a la nacionalización lingüística y cultural de los italianos, dentro y fuera de las fronteras nacionales, sino también como periodista y como hombre comprometido con la política, con la cultura y la historia de su nación, unificada después de largas luchas por la independencia y en formación bajo el impulso del Risorgimento.
Su primera producción, de corte periodístico-testimonial, se centraba en cuestiones pertenecientes al ámbito militar y político. Su primer texto, publicado en 1869, fue el reportaje-investigación L'esercito italiano durante il colera nel 1867, un relato de la epidemia de cólera en el sur de Italia. De Amicis participó como testigo, más que como soldado, en los hechos históricos de la Breccia di Porta Pia, el 20 de setiembre de 1870, que determinó, con la toma de Roma por parte de los soldados italianos, la anexión de esta ciudad al Reino de Italia y el inicio de la “Cuestión Romana”, es decir, el conflicto entre Italia y el Estado Pontificio que se prorrogó hasta la firma de los Pactos Lateranenses en 1929. Los artículos en los que De Amicis relató la presa de Porta Pia aparecieron inicialmente en periódicos y sucesivamente fueron reunidos en su libro Impressioni di Roma, publicado en 1870 en Florencia, que era entonces la capital del Reino de Italia.
Fue este el momento en el que De Amicis decidió abandonar su carrera militar y dedicarse completamente a la literatura, al periodismo y luego a la vida política con su adhesión incondicional al Socialismo, de dominio público ya desde 1891. Abandonando ya la línea militar-testimonial, vinculada con la Unificación de Italia, De Amicis escribió varios libros que recogieron sus experiencias de viaje, y que nacieron de su trabajo como periodista durante quince años ininterrumpidos: Spagna (1873), Olanda (1874), Ricordi di Londra (1874), Marocco (1876), Costantinopoli (1877-78). Antes de su libro más conocido, Corazón, De Amicis publicó Poesie (1881), Ritratti letterari (1881), Gli amici (1883).
Cuore. Libro per ragazzi, publicado en 1886, luego de varios años de escritura y de maduración (al menos desde 1878) y de una importante campaña publicitaria por parte de su editor Treves, signará un cambio radical en la escritura y en la imagen de De Amicis, haciendo de él un autor reconocido de un clásico de la literatura infantil, de un exitoso best-seller, que en 1904 será “el libro más leído por el pueblo italiano”, y que en Argentina será, en cierta medida, “censurado” y modificado en las traducciones en Argentina, en el período que va de 1900 a 19401. Con este libro, que alcanzó en 1906 la 300 reedición en Italia, De Amicis logró colocar en el centro de la atención no solamente la literatura popular y la producción literaria para la infancia sino principalmente un universo idealizado y sentimental. De Amicis, a través de este “diario de un niño”, contribuyó a la nacionalización lingüística de un italiano popular que, derivando del toscano, se inscribió en la literatura, según fue propuesto también por Alessandro Manzoni, el autor de I promessi sposi. Se impuso con esta novela una especie de “religión de la patria”, por la difusiòn de una imagen idealizada y virtuosa de la patria, apoyada en los individuos que se formaban como ciudadanos. El título no remite exclusivamente al aspecto sentimental de la formación, sino a la educación como “corazón” de la formación nacional. La escuela es, pues, el corazón de la novela deamicisiana  y es la primera vez en la literatura infantil italiana que esto sucede. Antes de Corazón habían sido publicados en 1837 Il buon fanciullo di Cesare Cantù y Giannetto de Luigi Alessandro Parravicini, pero es con Cuore y con Pinocchio. Storia di un burattino de Carlo Collodi, publicada en partes entre 1881 y 1882, que la literatura infantil en Italia alcanza el punto de máxima expresión, vinculada con la formación nacional después de la unificación.

Argentina: los viajes y las palabras
Edmundo De Amicis, mientras planificaba y escribía la novela Corazón, viajó a la Argentina, acompañado por el pintor Arnaldo Ferraguti, en 1884, precedido por su fama, pues sus libros ya se encontraban en las librerías argentinas, traducidos, desde 1879 al menos. Por ello había sido invitado por el diario “El Nacional” de Buenos Aires, quien había costeado el pasaje y le había ofrecido la posibilidad de dictar varias conferencias en Buenos Aires. Este viaje, por otra parte, le permitió recoger información, como acordado con su editor milanés Treves, para escribir un libro de viaje transatlántico, testimonio de la emigración hacia Sudamérica en el período de mayor intensidad y flujos del proceso migratorio italiano que tenía que titularse I nostri contadini in America. En este viaje, además de entrar en contacto con la realidad de los campesinos de todas las regiones de Italia que emigraban, pudo frecuentar una élite intelectual, social y política argentina, entre los cuales pueden citarse Lucio V. López (que recibió a De Amicis en Montevideo, antes de su desembarco final en el puerto de Buenos Aires, como representante del gobierno argentino entonces presidido por Julio A. Roca), Miguel Cané, Aristóbulo del Valle, Alberto Navarro Viola, Eduardo Wilde, entre otros.
Fue por estímulo e impulso de su editor Treves que finalmente en 1889 verá a la luz su libro Sull'oceano, “ficcionalización” testimonial de su viaje por el océano Atlántico desde el puerto de Génova hasta los puertos de Montevideo y Buenos Aires, en la nave Nord-America que, en la novela, será bautizada como Galileo. La primera edición en español será publicada en Madrid, por el editor Agustín Jubera, en una traducción de Hermenegildo Giner de los Ríos, el difusor y traductor histórico de la obra de Edmondo De Amicis en español, el mismo año de publicación en italiano, con el título En el océano. Viaje a la Argentina, acompañada de una carta-prólogo del autor por pedido del traductor. Otra edición española, con las ilustraciones de Ferraguti, fue realizada por Espasa y Compañía en Barcelona, con traducción de Cayetano Vidal de Valenciano. En Argentina se publicará en 1909 en la Biblioteca de “La Nación”, colección muy accesible a los lectores, sin indicación del traductor; y recientemente, en el 2001, en la Colección Histórica de la Librería Histórica de Buenos Aires en traducción de Luciana Daelli y con prólogo de Roberto Raschella, autor de Diálogos de los patios rojos (1994) y Si hubiéramos vivido aquí (1998), novelas centradas en la inmigración italiana en Argentina. Esta novela de De Amicis, como Cuore, fue un gran éxito editorial: en un año, a partir de su primera publicación, se habían hecho dieciocho ediciones en Italia y para festejar este acontecimiento editorial, Treves publicó en 1890 una edición de lujo que contenía las 191 ilustraciones realizadas por Arnaldo Ferraguti, quien, con su observación “fotográfica”, al igual que De Amicis, marcó el imaginario y las representaciones colectivas de la emigración italiana, especialmente transoceánica.
Esta novela es un relato de la travesía por el océano en compañía de 1600 emigrantes
italianos, que se dirigían principalmente a Buenos Aires, mostrando en esas semanas de viaje no solamente las caracterizaciones más varias del tipo humano, de los emigrantes, sino el micro-universo, en un tiempo cerrado, en un espacio limitado, de la “miseria errante” de su patria. Los contrastes sociales, las diferencias de clases, las tensiones y las dificultades son descriptas y narradas bajo las perspectiva aguda y la observación precisa de De Amicis, quien sin dejar la caricatura, el humorismo y la tensión dramática y sentimental, deja de ofrecer un panorama amplio y complejo del fenómeno emigratorio y social de su país. La narración es también una reflexión político-social sobre los procesos migratorios que interesaron a Italia, nación apenas unificada y modelada según el Risorgimento. Por ello esta novela es una denuncia tanto de la hemorragia que sufrió Italia, como del fracaso de un proyecto político en el que fueron expulsados del país no solo los marginales y los campesinos analfabetas que solo veneraban la tierra y no la patria —concepto ajeno a ellos— sino también los viejos soldados garibaldinos, que habían luchado por la construcción de una patria que, como una madre ingrata e injusta, era ajena al sufrimiento de sus hijos. La narración de la travesía por el océano por parte de los emigrantes, completamente separados del resto de la tripulación, desmonta el mito de la unidad de Italia y de la formación de una patria. Quienes emigran, además, eran ajenos a comprender a Italia como una patria con la cual identificarse. La fragmentación lingüística y cultural, por regiones y por ciudades, hacía que Italia fuera un mosaico cuyas piezas no siempre encontraban una unidad, no obstante la retórica patriótica que había acompañado la campaña de unificación italiana. La amenaza constante del naufragio que acompañaba siempre las travesías ultramarinas en esta novela se vuelve metáfora del fracaso de un proyecto político y de una épica risorgimentale. El terror por el naufragio, los ritos de pasaje, los saltos dolorosos, las muertes, las enfermedades, las desventuras, van constelando el relato de esta travesía y delimitando un espacio narrativo que deviene modelo literario vinculado con la emigración. La perspectiva socialista de De Amicis conjuga la piedad humanística, de corte pascoliano, con la denuncia descarnada según el modelo impuesto por Zola. Así, el desembarco de los emigrantes, ya concluyendo el viaje, funciona elípticamente como un balance político y social en el que el resultado final, doloroso, evidencia un fracaso y el éxodo, no siempre silencioso, que significa la emigración:

“No acababan de pasar nunca, como si se hubieran duplicado durante la noche. Familias y más familias, muchachos y más muchachos, caras de ciudad y del campo, de la alta y de la baja Italia, figuras de gente honrada, de contrabandistas, de enfermos, de ascetas, de viejos soldados, de mendigos, de rebeldes, corriendo con más furia cada vez, como si les apremiara el terror de no llegar á tiempo para encontrar su parte de tierra ó de pan en América.
¡Oh, qué desfile de miseria tan interminable! Y sin poder sujetar la imaginación, veníanseme á las mientes con obstinación y como por escarnio, al ver tanta miseria hambrienta, las llamaradas patrióticas de la gente ociosa, de los bien acomodados y de los ilusos, vociferando con entusiasmo carnavalesco por las plazas de Italia llenas de banderas y de esplendores. La humillación que sentía hacíame apartar la vista de mis compañeros de viaje extranjeros, cuyas afectadas exclamaciones de compasión y de estupor llegaban á mis oídos como injurias á mi país. No cesaban, entretanto, de pasar andrajosas y tristes miserias, mujeres macilentas y criaturas sin patria: desnudeces, vergüenzas y dolores. El espectáculo duró media hora, que me pareció eterna.”2

Hay otros textos que recogen la experiencia de De Amicis en Argentina además de esta novela que originó el “subgénero” literario de la emigración. En Corazón, por ejemplo, encontramos el cuento mensual “De los Apeninos a los Andes”, la historia del niño que, desde Génova, viajó a Buenos Aires, Córdoba, Rosario y, por último, Tucumán, buscando a su madre, emigrada, y de este modo heroico le salva la vida. Este cuento es un clásico que, como sostiene Degiovanni, permitió al lector en Argentina, especialmente a aquel vinculado con la inmigración, “reconocer en esa historia los fragmentos de su propia biografía —o la de sus familiares y amigos—, y recobrarla con matices heroicos”3. Otro texto literario de De Amicis vinculado con la inmigración italiana es su poesía “Gli emigranti”, publicada en su libro Poesie, del 1881, que funciona como una especie de himno de despedida a los emigrantes en el momento en el que parte la nave del puerto, escrita, sin embargo, antes de su viaje a Argentina.
Fundamentales son los artículos de “impresiones” que escribió a partir de su viaje a Sudamérica, publicados en Italia entre 1884 y 1885 en varios periódicos, como L'Ilustrazione Italiana y L'ilustrazione Universale. El primer libro que recoge estos artículos no fue publicado ni en Italia ni en Argentina, sino en España, gracias al empeño de Giner de los Ríos, su traductor histórico. El libro, impreso en Madrid en 1889, en la casa editorial de Agustín Jubera, lleva el título Impresiones de América: acuarelas y dibujos. Diferente es la edición publicada recién en 1897 en Roma por Enrico Voghera en la “Piccola collezione Margherita”. Este libro, que se titula simplemente In America, recoge solamente tres artículos: “Quadri della Pampa”, “I nostri contadini in America” y “Nella baia di Rio Janeiro”. Se trata, entonces, de dos “antologías” o “compendios” diferentes. En Impresiones de América, Giner de los Ríos reunió trece artículos de De Amicis:  “Cuadros de las Pampas”, “A los niños del Río de la Plata”, “Los italianos en Argentina”, “¡Patria (en la bahía de Río Janeiro)! Acuarelas de niños y jóvenes”, “Manicomio de enseñanza”, “Los cómicos y los chicos”, “El librero de los niños”, “La escuela de caballería”, “Reválida de maestras. Retratos de hombres”, “Un dramaturgo patibulario”, “El capitán Bove, explorador”, “Un poeta provincial: Arnulfi” y “Los defensores de los Alpes”. Si la novela-testimonial Sull'oceano es el relato de la emigración y de la travesía de los emigrantes desde el puerto de Génova hasta el de Buenos Aires, estos artículos, reunidos en Impresiones de América y en In America, son la descripción y la narración de los inmigrantes, ya instalados en el “nuevo mundo”, integrados en colonias, integrando a su mundo al poeta que viaja por esas tierras. La visión que ofrece De Amicis es, pues, diferente, porque aquí la impresión no es la de la miseria sino la de la laboriosidad. La vida de los colonos se mueve, entre sacrificios con la esperanza de una recompensa a los esfuerzos. El mundo rural se extiende en medio de la pampa, extensa e infinita como otro mar en el cual se mueven los viajeros y, sobre todo, la mirada de De Amicis. La pampa deviene así otro personaje de estos relatos, de estas “impresiones” como tituló Giner de los Ríos, y en ella se mueven los gauchos, arquetipos de la misma pampa. La frontera resulta otro sujeto más de este relato en el que la maravilla es el motor de los descubrimientos. La redención de los emigrantes míseros radica en su transformación en colonos pues, con dignidad, representan las virtudes del italiano más allá de las fronteras políticas, definiendo así la identidad colectiva de una nación y recuperando, por tanto, los ideales políticos del Risorgimento. La pobreza es también redimida, como puede leerse en la descripción que ofrece de una mujer —de una madre, como Italia— que reúne alrededor suyo a sus hijos, nacidos en las dos orillas del Atlántico:

“Aquella pobre labradora italiana, vista desde lejos con un niño en brazos nacido en el Paraná; con otros hijos alrededor nacidos en Italia; delante de aquella pobre cabaña solitaria sobre la cual ondeaba la bandera italiana en medio de las indefinidas pampas de América, representaba para nosotros el amor de patria y la santidad de familia en la forma más poéticamente dulce, triste y solemne que pueda concebir la mente humana.”4

El sol de América y el último saludo de Italia
Si los artículos escritos por De Amicis son un testimonio válido de la vida en las colonias, su novela Sull'oceano es la más representativa de toda la literatura italiana sobre la emigración y, como tales, son altamente significativos para comprender aún más ciertos procesos sociales que interesaron la formación de la identidad nacional argentina. La última imagen de la novela representa el augurio positivo frente a la emigración, gracias a la generosidad de la nueva madre, la Argentina que acoge a los desterrados.



1 Para el estudio de la recepción —la censura, las adaptaciones y las traducciones— de Corazón en Argentina, en las primeras cuatro décadas del siglo XX, cfr. el libro de Valeria Sardi, Políticas y prácticas de lectura. El caso Corazón de Edmundo De Amicis, (Miño y Dávila, 2011). La censura de este libro en Argentina se debió a un proceso de nacionalización en contraste con la celebración de la identidad nacional italiana propuesta en la novela. Ricardo Rojas en La restauración nacionalista (1909), informe sobre la educación  europa y norteamericana en el que proponía una reforma de la educación nacional, señaló que “usábase en todas [las escuelas], como texto de lectura, el Cuore de D'Amicis, libro excelente como literatura infantil y didáctica, pero hecho para Italia, de suerte que se había dado el caso de un niño argentino que hablaba fervorosamente de la bandera tricolor, y elogiaba patrióticamente el heroísmo de los soldados sardos”. Cuore fue reemplazado por Recuerdos de provincia de Sarmiento, ante la falta de otro material didáctico adecuado (p. 245, La Plata, UNIPE, Editorial Universitaria, 2010).
2 Final del capítulo XX “En el Río de la Plata”, traducción de 1909, en Buenos Aires, pp. 338-339.
3 Degiovanni, Fernando, Los textos de la patria. Nacionalismo, políticas culturales y canon en Argentina. Rosario: Beatriz Viterbo Editora, 2007, p. 105.
4 De Amicis, Edmundo, Impresiones de América: acuarelas y dibujos. Traducción de H. Giner de los Ríos. Madrid: Agustín  Jubera, 1889, p. 63.

*Bravo Herrera, Fernanda Elisa, “Edmondo De Amicis en Argentina” en Claves. Salta: abril, Año XXIII, N° 228, 2014, pp. 12-13. Publicado también en: La Gazeta del Progreso. Periódico del Club del Progreso. Año 3. http://gazetaprogreso.com.ar/?page_id=2039 [Recuperado Agosto de 2014].

Ilustraciones de Arnaldo Ferraguti.

Seminario di Cultura "Dalla letteratura all'opera", Prof.ssa Nora Sforza (Associazione Dante Alighieri di Buenos Aires)




ASSOCIAZIONE DANTE ALIGHIERI DI BUENOS AIRES
SEMINARIO DI CULTURA: Dalla letteratura all’opera

INSEGNANTE: Prof.ssa Nora Sforza

Corso Estivo - Mese di Gennaio  
Sede: CENTRO 
Orario: Lunedì dalle 18 alle 20  
Inizio: 5 gennaio 2015
 4 incontri

Il suddetto seminario si propone di mostrare in quali modi, durante i secoli XIX e XX si avverò un fruttifero rapporto fra letteratura e melodramma.

OBIETTIVI:
1. analizzare le caratteristiche dell’appropriazione dei testi letterari da parte di librettisti e musicisti;
2. comprendere l’importanza della suddetta appropriazione;
3. descrivere il rapporto fra letteratura e melodramma in alcuni esempi paradigmatici;
4. capire l’importanza del melodramma sette-ottocentesco come mezzo di appropriazione del testo letterario da parte di pubblici sempre più vasti.

CONTENUTI MINIMI:

1. Don Carlo di Schiller/ Don Carlo di Verdi
2. Scene della vita di boemia di Henri Berger/ La Bohème fra Puccini e Leoncavallo
3. Tosca di Sardou/ Tosca di Puccini

METODOLOGIA DI LAVORO:
1. Brevi cenni riguardanti la vita e opera dei suddetti scrittori, librettisti e musicisti;
2. Analisi e commento gruppale dei diversi testi presentati;
3. Ascolto e visione di brani delle opere scelte;
4. Confronto tra il testo “di partenza” e gli “slittamenti” dei libretti.

BIBLIOGRAFIA ESSENZIALE CONSIGLIATA:
 A) FONTI
Berger, Henri, Scene della vita di boemia.
Sardou, Victorien, Tosca.
Schiller, Friedrich, Don Carlo.

B) OPERE DI CONSULTAZIONE
Biancioni, Lorenzo, Il teatro d’opera in Italia. Bologna, Il Mulino, 1993.
De' Paoli, Domenico, L'opera italiana dalle origini all'opera verista. Roma, Editrice Studium, s/d.
Insinga, Nino, Per sogni e per chimere. Palermo, Sellerio, 1995.
Mila, Massimo, Breve storia della musica (1963). Torino, Einaudi, 1993.
Mioli, Piero, Manuale del melodramma (1993). Milano, BUR, 1993.
---------------, Storia dell'opera lirica (1994). Roma, Tascabili Economici Newton, 1994.
Montecchi, Giordano, Una storia della musica. Artisti e pubblico in Occidente dal Medioevo ai nostri giorni. Milano, Bur, 1998.

viernes, 2 de enero de 2015

Merica! Merica! Emigrazione e colonizzazione nelle lettere dei contadini veneti in America Latina 1876-1902, Emilio Franzina (1979)



Lettera di Leonardo Placereano*
(Buenos Aires, 9 Luglio 1880)


Buenos Aires 9 luglio 1880

Carissimo padre,

  Eccomi ritornato in Buenos Aires, e ringraziando il Signore sono sempre stato e sono in buona salute, e spero anche di voi, della moglie, figli e tutta la parentà. Ai 27 marzo siamo partiti dalla caserma dell’Emigrazione io e Francesco Gubiani con sua moglie alla volta del Paraná, in vapore di terra fino alla Campana e poi siamo imbarcati su quello di acqua. Questo è un magnifico viaggio che pareva proprio di scrivere inmediatamente: partite e venite in questi deliziosi paesi. Il vapore andava sempre tranquillo costeggiando sempre deliziosi boschi di salici piangenti che diverse volte colle loro frondi lambivano il vapore.
  Ai 28 s’arrivò al Rosario che è il porto dove si cambia il vapore, nel qual tempo si poté andare a messa; e ai 29 s’arrivò al porto del Paraná che è piccolo, lontano circa 40 miglia dalla città. Il viaggio per andaré in città non dava neppur bell’aspetto, perché non si vedeva neppure bel legno, ma quasi tutto Bosco di basso fusto e tutto spinoso. 
  Arrivati che fummo al paese, per fortuna trovammo dove mettere i bagagli sotto un pórtico, essendo là ancora una familia d’Ospitale che non aveva potuto trovare dove stabilirsi. 
  Dopo andammo tutto il giorno in giro pel paese; quelli che vi abitavano ci dicevano tutto il male che potevano, maledicendo l’ora che sono partiti, le lettere che li avevano traditi, il tempo che dovevano perderé senza lavoro e tante altre cose. 
  Nel paese erano a spianare una Piazza più di 50 Emigranti Italiani, i quali dovevano lavorare quasi per la spesa, perché li manteneva l’Emigrazione fino a tanto che viene loro consegnato il terreno. 
  Questo terreno l’aspettano giorno per giorno, ma neppure loro sanno quando, perché il perito che lo consegna non sanno dove sia andato e neppur quando ritornerà. 
   L’indomani siamo andati a trovar quelli che sono sparpagliati per le praterie. Circa 4 miglie dal paese si comincia a vedere queste capanne. Là abbiamo trovati diversi Gemonesi. Oh che differenza abbiamo trovato in loro di quella che prima si credeva; devono star allegri perché quello che è fatto non è più rimedio, devono lodare il loro stato, ma se fossero a venire, non di mia opinione, ma dai loro detti non verrebbe nessuno. 
  In Italia almeno la è la speranza in molte cose, ma, dove si trovano, quasi tutti questi contadini, anche che vengano i generi, avranno sempre pochissimo comercio. 
  Queste parole le dicono, non io, ma loro che mai più potranno veder Italia.


*Fonte: Cronaca dell'emigrazione, in Bullettino dell'Associazione Agraria Friulana - Udine, S. III, vol. III, n. 41, 4 ottobre 1880, pp. 323-324.

“Lettera di Leonardo Placereano” en Franzina, Emilio, Merica! Merica! Emigrazione e colonizzazione nelle lettere dei contadini veneti in America Latina 1876-1902. Milano: Feltrinelli, 1979.